
Para volver de Miami a Buenos Aires al finalizar nuestras vacaciones de verano 2025, compramos el vuelo de Aerolíneas Argentinas de las 17:30 horas. Y lo elegimos porque la compra había sido de un multidestino con ida a Cancún y este regreso desde Miami.
Como necesitábamos vuelo directo a Cancún para la ida (para no someter a Tomi a volar con escala de vuelta), y el único que lo tiene es Aerolíneas Argentinas, el regreso desde Miami también nos obligada a hacerlo con esa aerolínea, para no pagar una fortuna por el hecho de comprar dos tramos simples con diferentes aerolíneas (como podría haber sido con American Airlines). Siempre elegimos vuelos nocturnos para que la mayor parte del viaje nuestro hijo se duerma, pero en el caso de Aerolíneas Argentinas, el más tarde era este de las 17:30.
Devolución de auto alquilado en el aeropuerto de Miami
Empiezo contando cómo es el camino para devolver el auto alquilado en el aeropuerto de Miami, porque en un viaje anterior, cometimos un pequeño error, que nos llevó a tener que salir del aeropuerto, y volvernos a meter en la autopista y dar una vuelta enorme para tener que regresar al aeropuerto, lo que puede aumentar los nervios si el tiempo es justo.
Acá los primeros carteles en la autopista que empiezan a indicar la proximidad al Rental Car Center del aeropuerto.

Cuando se sale de la autopista, y se ingresa al área del aeropuerto, los carteles indican hacia dónde está el Rental Car Center (y otro camino para dejar o levantar pasajeros).

Además los carteles empiezan a indicar en qué niveles se devuelven los autos en función de la rentadora a la que pertenezcan. En nuestro caso seguíamos los carteles de Alamo.


Esta era una de las últimas indicaciones para Alamo:

Se dan algunas vueltas dentro de un gran estacionamiento, hasta que un empleado de la empresa te indica dónde detenerse. Se bajan las pertenencias…. y listo!
Vuelo de Miami a Buenos Aires
Llegamos con tiempo suficiente para no tener que andar a las corridas, cosa que siempre recomiendo. Lo qué sí nos falló fue el cálculo de peso de algunas valijas, y en el mismo counter de Aerolíneas Argentinas tuvimos que reoarganizar algunas cosas.
Un consejo útil, que esta vez por pereza mía no hice, pero debería haberlo hecho, es pesar la valija previamente, y si no se tiene una balanza a mano, uno se puede acercar a un counter (mostrador) de una aerolínea que no esté operando en ese momento, y subir la valija en la cinta, y allí siempre se muestra el peso.
En estos vuelo de Miami, donde la gente suele hacer muchas compras, los controles se ponen estrictos en materia de peso, ya que además los vuelos siempre van llenos… y con muchas valijas.
Seguimos hacia el área de control, que para nuestra sorpresa fue mucho más rápido que lo habitual, lo mismo para migraciones.
Pasamos al área de embarque. Aerolíneas opera sus vuelos en la Terminal Sur, que fue recientemente renovada. En esa zona hay pocas opciones gastronómicas: había un Subway y un Starbucks, en versión minimalista, y por ello se hacían filas para comprar. Había además algunos kioscos, pero no mucho más.
El vuelo salió a horario. Esta vez sí funcionaba el entretenimiento a bordo.

La opción de cena estuvo aceptable.

Tomi por suerte decidió dormirse luego de la cena, y la mayor parte fue con la cabeza encima de su mamá. De no ser por la ayuda de la melatonina… tal vez hubiésemos dormido menos.
Menos mal porque el vuelo aterrizaba pasadas las 04:00 AM. Pero un rato antes había que despertarse para recibir el desayuno.

Y al aterrizar el sistema de seguimiento de vuelo del avión se volvió loco, y nos quería hacer creer que volvíamos de alguna isla africana… O será la melatonina que me estaba haciendo alucinar?

Y finalmente madrugamos en Ezeiza. Hermoso final para un viaje para el recuerdo.
