Quería hacer esta guía contando cómo organizar un viaje a Europa sin depender de un paquete armado, y no porque tenga algo en contra de eso. Hay gente que precisa o prefiere viajar así por diferentes motivos. Pero siempre me gustó viajar por mi cuenta, al menos a los lugares que hasta ahora hemos ido, y sinceramente creo que no es tan complicado como parece.
Tal vez sea porque me gusta tener mayor libertad y poder de decisión. Me resulta divertido poder diseñar un itinerario a gusto y placer. Claro que lleva mucho tiempo, investigación y dedicación, pero también se pueden tomar ideas de los tours organizados.
Una de las grandes ventajas de encargarse de la organización son que uno viaja a su propio tiempo, aunque desde el escritorio a veces se puede pecar de ambiocioso, y luego en destino quedar con la lengua afuera tratando de cumplir todo lo que uno se imaginó…
Además se pueden buscar hoteles, departamentos, hostels, etc, eligiendo el que mejor se acomode a nuestra necesidad, gusto o bolsillo, en vez de aceptar la opción que te impone un paquete armado. Esta parte puede llevar bastante tiempo, pero vale la pena.
Cabe aclarar que esta guía también se podría aplicar a otras regiones aparte de Europa. La lógica podría ser similar.
Paso 1: definir la ruta del viaje a Europa
Para organizar un viaje, primero hay que saber por dónde! Tal vez esta sea la parte más divertida, ya que uno puede tener intereses en diferentes destinos, y este sea el momento de cumplir con esos deseos, y puede resultar relativamente fácil definir las bases del itinerario.
Otra posibilidad podría ser que uno tenga una vaga idea, o solo tener un par de destinos en mente y muchos días más para completar el viaje. En este caso vale buscar información sobre destinos europeos y elegir qué nos gustó más, o buscar diarios de viaje en blogs, incluso inspirarse en los recorridos de paquetes turísticos ya armados.
No hay que preocuparse mucho por si los destinos quedan muy distantes, y no tan conectados geográficamente, ya que en Europa existen prácticamente todas las conexiones por avión, tren o bus. Sí es cierto que hay que unir esos destinos elegidos de la forma más inteligente, teniendo en cuenta los horarios de salida que ofrezca el vuelo de conexión, el precio, y la facilidad de transportarse desde el hotel donde uno se encuentre hacia el aeropuerto, y al revés en destino.
Si las distancias han quedado muy lejanas, es probable que la mejor opción sea un aéreo. Si por el contrario, la distancia es menor, se podrían comparar el precio y los horarios del tren y el bus, siendo el tren europeo una experiencia en sí misma, que vale la pena incluir al menos en un tramo.
Viajar en tren puede ofrecer algunas ventajas:
- Mayor cantidad de frecuencias en algunos tramos.
- La facilidad de subir y bajar en el centro de la ciudad y no en un aeropuerto distante.
- La chance de poder viajar en algún tren nocturno dependiendo de si la cantidad de horas es considerable, y con ello ahorrar una noche de hotel. En algunos casos hay camarotes para mayor comodidad.
Para cualquiera de los medios de transporte elegidos, hay que considerar la hora de llegada al hotel, ya que la gran mayoría tienen horario de check-in luego del mediodía, muchos a las 14:00 o posterior.
Si tomamos un tren nocturno, o un vuelo muy temprano, nos sucederá que no tendremos habitación disponible al llegar. En estos casos, que sucede muy a menudo, la mejor opción será acercarse al hotel a pedir nos guarden las valijas hasta el momento del check in, sería bueno igualmente consultar antes si eso es posible (mayormente esto es aceptado). Y mientras tanto empezar a recorrer el destino.
Es posible que para un primer viaje a Europa lo más lógico sea elegir los destinos más clásicos y famosos, que está bien y tiene sentido. Es lo que hicimos nosotros en nuestro primer viaje, que fue de 28 días, aunque obviamente hay ciudades que no entraron.
A modo de ejemplo, listo cuáles fueron nuestras bases:
- Madrid
- Paris
- Zurich (Stäfa en realidad, a unos kilómetros, donde teníamos la invitación de unos amigos)
- Venecia (en tren, con conexión en Milán) – En realidad dormimos en Mestre que está fuera del archipiélago y por ende más barato y con más opciones.
- Florencia
- La Spezia (para visitar Cinque Terre)
- Roma
- Sorrento (tren con conexión en Nápoles) – para visitar la Costa Amalfitana y Capri
- Barcelona (aéreo)
- Madrid
Una vez definido el itinerario, el siguiente paso será elegir los vuelos internacionales y las conexiones internas. De eso hablo en el paso 2.
