Que el turismo es la industria sin chimeneas, es una verdad conocida, y que la Argentina atrae muchísimos turistas de todo el mundo también. Claro que las condiciones económicas, principalmente locales, fueron variando históricamente (encareciendo y abaratando) y con ello se ha modificado el flujo, pero nunca dejó de ser un fuente de divisas considerable.
Puertas adentro también tiene gran relevancia el turismo, por diversos motivos: los que deciden viajar internamente, por los motivos que fueran, por la variada oferta y el sentimiento nacional de abarcarlas aunque sea una vez en la vida; los que trabajan en la industria turística son muchos a lo largo y ancho del país; los pequeños y grandes empresarios del área; que en las temporadas altas y en los fines de semana largos reciben viajeros argentinos. Es turismo nacional también aporta mucho a la industria turística, en empleos, en impuestos que se pagan, etc.
Pero para todos los turistas en general siento que lo que se ofrece, queda corto. Claro que no hablo de las bondades naturales de nos regalan estas latitudes. Haber viajado por otros países me ha hecho ver lo mucho que se puede mejorar la infraestructura, y también agrandar la oferta y las posibilidades para el viajero. Bueno, sí, me refiero a viajes a países del primer mundo. Pero qué país no quisiera estar en ese grupo, siempre deberíamos aspirar a mejorar.
Las comparaciones pueden ser odiosas, pero voy a traer e este lugar algunos ejemplos para explicarme. Uno de los países más impresionantes que tuve la suerte de conocer es Nueva Zelanda. Es un gran parque de diversiones para el turista. Las atracciones se multiplican a cada paso. Claro que la madre naturaleza se inspiró allí, pero hubo mentes inteligentes para ayudar al viajero a tener una gran experiencia. Y creo que todo nace desde las normas que imparte el estado, con facilidades para que los inversores lleguen para hacer las obras que deseen, dentro del marco legal, o mismo inversores internos. Pero también hay un gran enfoque hacia esta industria, que no es la principal, si no que pertenece al sector terciario de su economía.
Toda la infraestructura es de primer nivel. Las rutas son escénicas, pero no quedan sólo en eso, si no que allí se invirtió. Hay puntos creados para los turistas: paradas para que el que viajero se detenga, si tiene algún vehículo tipo motor home, que estacione, pueda pasar la noche allí. En algunos hay lugares para acampar, sillas y mesas donde comer, y hasta baños, para los que siguen camino. Los carteles indicativos en las rutas, aparecen de esta forma (algunos ejemplos que encontré guardados de aquel viaje):
O también este ejemplo:
Otro ejemplo es lo que sucede en parques nacionales de Estados Unidos, o al menos algunos que conocí. Cada parque tiene un área para ser visitada por el turismo, y marca cuáles son los puntos de interés, pero algunos de esos puntos son de alguna forma creados para el turismo. Trato de explicarme: la naturaleza está allí formando parte de un escenario para ser apreciado, pero si existe un pequeño espacio entre rocas o colinas, donde se puede crear un camino, o se puede delimitar un sendero que conduzca a una mejor vista de un paisaje, o tan sólo un punto creado en el parque donde visitar un monumento artístico en homenaje a algo o a alguien… la experiencia del visitante se enriquece y se hace más completa, dandole la posibilidad de invertir más tiempo en el lugar. Claro que todo invadiendo lo menos posible la naturaleza, y obrando a conciencia de ella.
Ilustro con algunas imágenes. Esta foto pertenece al Death Valley National Park, situado en California. Es el lugar más caliente del planeta. Tiene varios puntos de interes por sus diversas formaciones. Uno de ellos es Artist ´s Palette, un punto donde hay un cañón con montañas con rocas de una variedad de colores. La ruta que pasa por este punto tiene una entrada pavimentada de un sólo sentido para adentrarse en un paisaje surrealista, para ser recorrido y apreciado desde el auto. El camino se hace esquivando las formaciones, con muchas curvas. Es muy divertida y es única la experiencia. Es un tramo no muy largo, y se vuelve a la ruta principal por otro punto.
Tal vez si no se hubiese invertido en hacer este camino, nadie conduciría hasta este punto del parque, y continuaría por otro lado, o ya se iría del parque, teniendo una experiencia acotada, ignorando este atractivo. Si soy extremista, el viajero hasta tal vez obviaría pasar por este parque en su viaje, por su pobre experiencia, o porque no se conoce qué hay dentro de él, ya que así como yo muestro esta foto, miles de otros viajeros las publican en otros sitios y redes.
Un ejemplo más. El Zion National Park, del estado de Utah, ofrece un recorrido en buses propios a los que se accede con el ticket de ingreso (los autos se estacionan fuera del parque). Los visitantes acuden a este cañon de hermosas vistas, por dos atractivos principalmente: Angel Landings y The Narrows, imperdibles ambas.
Pero el recorrido que hace el bus tiene más paradas en el camino, donde hay otras cosas que ver, como una roca grande que chorrea agua (Weeping Rock), una pequeña pileta natural con agua de una muy pequeña cascada (Emerald Pools), otra parada (The Grotto), tiene un área para pic nic, con mesas, otra parada es un Logde, y otra un Museo.
La gran mayoría de la gente sólo baja en Angel Landings, un trekking que sube hasta la cima de una de las montañas, del estilo El Coyote y el Correcaminos… , con gran atractivo porque los últimos metros se hacen tomándose de unas cadenas, por lo estrecho o inclinado del camino. Hay muchos carteles que advierten que podés morir en pocas palabras, con un dibujo de un hombrecito cayendo…. bastante gráficos los muchachos de parques nacionales, pero está bien, para tomar conciencia (es más, por lo que se lee, ya se han caído algunos).
El otro atractivo se llama The Narrows (parada del parque Temple of Sinawava), que es un sendero hasta el final del cañón, es decir el espacio se va cerrando entre las montañas, hasta que sólo queda el río entre los dos paredones, pero al ser muy poco profundo (hasta los tobillos), se puede seguir caminando un buen tramo, y es lo que hace la mayoría.
En este ejemplo, algunas de las paradas fuera de los dos grandes atractivos, son para completar la visita al sitio. De vuelta, inversión a favor de los turistas.
Ideas locas para construir turismo en Argentina… o no tanto.
Bueno, acá tal vez me pongo a escribir ciencia ficción. Imagino siempre creaciones grandilocuentes para favorecer al turismo en Argentina. La mayor de ellas sería designar un sitio donde crear un Las Vegas criollo… que??? Sí, imagino prohibir el juego en todo el país, porque no me gusta simplemente, y suele aprovecharse de mucha gente de pocos recursos, pero podríamos tomar ventaja de su poder de atracción y designar un único sitio en el país donde esté permitido el juego, alejado de todo. Es decir, debería ser algún lugar medio desértico… que de eso tenemos mucho, en el centro de la Patagonia, y de paso lo poblamos un poco. Claro… la Patagonia tiene inviernos muy crudos, y los vientos en la estepa son fuertísimos. Bueno… será tarea para los profesionales que deban encontrar el lugar apropiado, con posibilidades para el desarrollo humano.
Como Estado generaríamos condiciones favorables para que inversiones se dirijan a nuestro lugar designado, eso sí, como daríamos excelentes condiciones, pediríamos algunas cosas a cambio, como que construyan edificios de apartamentos para empleados. A su vez diseñamos un entramado urbano bien organizado para que la zona del centro esté bien delimitada, donde incluiríamos a las casas de juego, los grandes hoteles, los centros comerciales, los teatros, lo que ayudaría a generar un nuevo centro artístico además de Mar del Plata y Villa Carlos Paz en el verano; y en otra área la población civil, y también una zona industrial.
Me fui al pasto? Bueno, va otra: La ruta 40 ya la tenemos: una columna vertebral que se extiende de norte a sur acompañando a la cordillera de los Andes. Bueno… la tenemos no totalmente pavimentada. Se la podría mejorar en toda su extensión, para dejarla lista para que turistas de todo el mundo vengan a recorrerla, convirtiéndola en una gran ruta escénica. Claro, habría que asegurarnos que tenga buenas prestaciones para abastecer de provisiones a los viajeros, paradores públicos, buena hotelería o lugares para acampar, buenos accesos a los parques nacionales que atraviesa, mejora de los parques nacionales del sur que tienen pocos turistas para ofrecerles una buena experiencia. También se podrían crear nuevas áreas protegidas con sus respectivos programas de visitas.
Peor? Bueno, a ver… otra idea: el ingreso al país de trenes de alta velocidad para conectar los grandes centros turísticos? Imagino un tren rápido que una toda la costa con Buenos Aires, incluso hasta Rosario y más allá también. La ruta 2 se descomprimiría un montón. También un tren trasandino que una Buenos Aires con Santiago de Chile, una idea que alguna vez ya se escuchó.
Bueno, como se suele decir… soñar no cuesta nada. Tal vez algo, algún día, un poquito de todo eso, se pueda lograr, sólo hay que tener la intención de construir Turismo.
